lunes, 22 de agosto de 2011

Aromas




Cae el rocío y las mañanas amanecen con el aroma a tierra húmeda y a hierba mojada.
Esas diminutas gotas de agua equilibran de tal manera la naturaleza, que permiten que se despierte el enorme potencial de sus esencias ocultas.


Me preguntaba porque la humanidad no podríamos gozar de algo semejante. De una estación en donde la armonía que subyace en nuestros corazones, y el aroma de nuestra esencia, se hagan notar perfumando todos los rincones del planeta.


Quizá es porque dejamos que se nos escape la sencillez de Ser. La mantenemos oculta bajo montones de condicionamientos, que de forma más o menos sutil invaden nuestro espacio interior e impiden una relación armoniosa con los hechos.

…......¡Vivimos tan hipnotizados por los patrones mentales!...., por las formas de pensar y sentir, que pocas veces dejamos espacio suficiente para que aflore la realidad subyacente a todo ello. Ese vacío acogedor en donde lo que aparece, va y viene a expensas del tiempo y el espacio, y está condenado, por lo tanto, a desaparecer.

Pero hemos de recordar que la vida, aparte de sentirla o de percibirla, la somos.

Que basta deshacer el nudo que origina la memoria y la imaginación creando la ilusión de una historia individual, para sentirse siendo esa vida universal que se actualiza de instante a instante y en la que actuamos como instrumentos a su servicio. Porque acallado el ruido que provocaban las luchas entre ideas y emociones, la energía que antes se ramificaba en todas direcciones, se re-unifica como totalidad expresando fielmente la inteligencia de la vida.

Y esto es quietud. No quietud del cuerpo o de la mente, sino la paz inalterable de una dimensión más profunda de Conciencia en donde el observador desaparece por no quedar nada que observar. Y “el yo”, en suspenso y sin papel que representar, deja de incordiar.

Y permanece la Presencia iluminando todo el campo de la consciencia, en donde todo lo que sucede toma su realidad de ella, como expresión y extensión de nuestro SER.

Y entonces la energía creadora del universo se manifiesta descubriendo su esencia en cada forma que adopta. Y su perfume se hace notar cómo se hacen notar los aromas del campo con el rocío del amanecer, haciendo todo digno de amor y amable.

martes, 16 de agosto de 2011

Rebelión en la huerta







Confieso que estoy avergonzada.

Hoy he llegado a mi huerta después de unos días de vacaciones y me la encontré alicaída y como si no quisiera saber nada de mí.
Como habían ido unos amigos a visitarme me disculpe del mal estado en que se encontraba y se lo achaque a que seguramente se debía a la poca calidad de las simientes.

Cuando me quedé sola, me sorprendió oír a una berenjena en la que ni siquiera había reparado por su pequeño tamaño, dicirme que era una ignorante y una ilusa. Que si me había creído que ellas iban a crecer sanas y hermosas, sin que yo hubiera puesto nada de mi parte. Que se habían quedado solas, sin apenas agua y teniendo que competir con cientos de hierbas “indígenas” que defienden con uñas y dientes su terreno, y que bastante tenían ellas con haber llegado a donde llegaron..

Cuando oyeron esto las demás hortalizas se animaron a apoyarla y entre todas me dejaron claro que si quiero huerta, que me la "curre", y que haga algo para merecerla. Porque para disfrutar del sabor y de la fragancia que ellas ofrecen, que no me piense que es sólo cuestión de sembrar. Que hay que comprometerse también a mantener día a día la tierra húmeda y limpia. Porque ellas responden a como se las trata. Y me han asegurado que si me esfuerzo y trabajo con ellas con la debida atención , no me defraudarán y crecerán sanas y tiernas.

Pero que si pretendo otra cosa, pues que me alimente solo de fruta, que para eso están ya los frutales. Que llegada la estación dan su fruto, sin importarles lo mucho o poco que los haya cuidado.

Esto me ha hecho venirme a casa a reflexionar, y a pensar en las veces que me quejo de lo mal que van las cosas, o del poco amor y solidaridad que hay en el mundo.
¿será también que estoy pidiendo sin haber hecho antes mi trabajo?








Ustedes salen a comprarse el cielo e imaginan que el Gurú se lo proporcionará por un precio. Buscan cerrar un trato ofreciendo poco, pero pidiendo mucho. Ustedes no engañan a nadie excepto a sí mismos. (Nisargadatta)






miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Esfuerzos?





Cuando te esfuerzas intentando establecerte en tu ser, este proceso se armoniza, se hace cada vez más puro y , en su última pureza se disipa el yo soy y entonces ¿qué puede quedar allí ? ¡El tiempo ha tragado, digerido y matado al tiempo! (Nisargadatta)

En este camino de discernimiento, tratamos a menudo de ir desenmascarando aquellas cosas o situaciones que con más facilidad nos hacen identificarnos con ellas o con las imágenes que proyectamos en relación a ellas, olvidando hacerlo desde un centro de Conciencia que observa y acoge la situación en todo su conjunto.

No hay duda que nuestro sincero interés nos presenta enseguida oportunidades de ver como funciona todo esto. Basta muchas veces con que nos encontremos con algún amigo/a que hace tiempo que no vemos, que alguien nos trate con pocos miramientos o por el contrario que recibamos alguna gran alegría, para ver de forma evidente, como de sopetón hemos dejado este espacio de luz, para trasladarnos a vivir a otro en donde se genera la dualidad y existe confrontación con la situación y con las emociones que ella despierta. ¡Que rápidamente nos vestimos con un personaje lleno de recuerdos y de historias!. Y así, en el trascurso del día, en la medida que nos vamos haciendo conscientes de ese trasvase de identidades, observamos la cantidad de ocasiones en donde el Ser no se deja trasparentar, e inundar de calidad y de calidez las relaciones y a las acciones que se llevan a cabo a través de él.

Es natural y saludable compartir la alegría o el dolor. Pero la mayoría de las veces, esto no tiene nada que ver con el continuo repique de palabras y de emociones en las que de una manera habitual e inconsciente se basan las relaciones . Unas energías que se mueve de forma superficial, en un continuo usar y tirar según convenga, porque no surgen de estados profundos de conciencia y por lo tanto no va impregnadas con el sello de la unidad, de la comprensión y de la compasión. Y en este vivir dormidos el único que se alimenta es un ego que mira sólo para lo individual, para lo que le resulta más cómodo o para lo que le interesa.

No hay duda de que todo este esfuerzo por llevar luz a la oscuridad sucede en el nivel de la mente. Pero esto es lógico, dado que si es la mente la que crea la falsa visión, ella misma debe de recorrer el camino a la inversa y descubrir el origen de tal disfunción. Y seguro que aquí cada uno habrá encontrado de propia mano, con su propia vivencia, lo que le empujará a dar el siguiente paso. Cuando salimos de un entorno limitado a lo personal, porque reconocemos nuestras capacidades globales, y entendemos a la mente como una herramienta a nuestro servicio, al servicio de la inteligencia y de la vida ¿Porque no utilizarla adecuada y éticamente , en beneficio de la verdad, de la bondad y de la sabiduría?

Sabemos que al núcleo de nuestro Ser estas batallas ni llegan, y permanece inafectado en su eterno silencio, como fondo natural, inmutable y siempre presente, no tocado ni alterado por las formas en las que se manifiesta, ni por la mente,los pensamientos y las emociones que la nutren, ni por los acciones a lo que todo esto da lugar. Simplemente haciendo todo ello posible, con su luz y calor.

Así que por eso a veces nos surge la misma pregunta que le hacían a Nisargadatta: ¿entonces para que sirve tanto esfuerzo? A lo que él contestaba:

A menos que usted haga tremendos esfuerzos, no se convencerá de que el esfuerzo no lo llevará a ninguna parte. Sólo los crudos hechos pueden mostrar el absoluto vacío de la auto-imagen.

jueves, 4 de agosto de 2011

Alma marinera





Confieso que siempre he sentido una profunda atracción hacia todo lo relacionado con el mar. Creo que al igual que se heredan los rasgos físicos o del carácter, debemos de nacer también impregnados por aquellos ambientes en que se han desenvuelto nuestros ancestros.



Esa pasión marinera me ha llevado a entender siempre la vida como si de un gran océano se tratara: profunda, misteriosa y en constante cambio y movimiento.



A lo que crece en la tierra le gusta echar raíces, tener un lugar adecuado para establecerse y decidir que ese espacio es de su propiedad. Pero en el mar eso no es posible. El mar no permite retener. Su naturaleza es el movimiento y la interaccíón con los otros elementos.



Y bajo esa adaptabilidad fascinante, permanece siendo lo que es, sea cual sea la forma que adopte: plácido, tranquilo, alborotado o bravío. Y aunque los vientos lo moldean, el sol le haga brillar, o tome prestado el color del cielo, es agua, y sólo agua, luzca por un instante con la apariencia y la belleza que refleja su superficie, como si permanece en la oscuridad y el silencio insondable de los abismos marinos.




Y así mi alma se ha vuelto marinera, porque se sabe Conciencia y solo Conciencia, tanto si adopta la forma, fulgor y brillo del mundo de la experiencia , como si se mantiene silente e in-afectada ,en su quietud y eterno reposo.